miércoles, 25 de diciembre de 2019



Este libro se lo dedico a todos los hombres, mujeres, ancianos y niños maltratados de cualquier forma. A todos ellos les dedico esta poesía.
                     

                               Refugiada en el cuarto de baño
                               Sus llantos y sollozos se oían.
 Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
¿Miedo? Pánico es lo que tengo.
De las palizas que me propinas.
 Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
   Una, no, mil veces has prometido.
                               Que de maltratarme, sí dejarías.
Sal, sal de ahí, no tengas miedo
Su compañero, otra vez repetía.
   Con mucho miedo la puerta abrió.
   Lágrimas por sus mejillas corrían.
                               Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
                               Su compañero, otra vez repetía.
   Asustada a su compañero abrazó.
     Aún sin ser culpable, perdón pedía.
                               Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
     La vida, un traidor disparo, le segó.
    Orgulloso, exaltado de su hombría.
 Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.





Capítulo.- 1

El jardín de La Casa con Tos.



Esta mañana mi perra Cora se perdió durante el paseo que solemos dar, la encontré en el jardín de la casa de mis amigas Alexandra, una niña de diez años y de su madre Katía
La llamé y protestó porque no se quería venir, protestó con su característico uuuuuuuuuuu, que suele emplear cuando decide no obedecer.
Me dirigí hacia ella para sacarla del jardín y a medida que me acercaba oí una conversación, en la cual todo eran lamentos y quejas, en un principio pensé que había alguien en el jardín y que ese alguien era quien hablaba, pero cuando llegué y para mi sorpresa no había nadie en él. En el jardín sólo encontré a mi perra, un perico muy delgado posado en una de las ramas de un rosal, otros dos pericos prisioneros en una jaula y el gato de Adrián. El gato se encontraba subido en lo más alto que había encontrado, un árbol, que aún no siendo alto en demasía, le permitía observar desde allí y al mismo tiempo permanecía fuera del alcance de los colmillos de Cora, pues todos los gatos del barrio saben de las malas pulgas de esta.
El gato desde el árbol ejercía las funciones de "coordinador" dando la palabra a quien correspondiera y en riguroso orden.
Yo -dijo- llevo unos días semienterrado en el jardín, debajo de unas hojarascas, pues ahí me dejó Alexandra, pensando, que estaba muerto y no era así, lo que ocurrió es que en esta casa se ha cometido un atentado contra mí, pienso que por parte de Katía, aunque no descarto que Alexandra tuviese parte en él. Ocurrió por culpa de mi adicción al tabaco, con esta crisis, me he quedado sin trabajo y sin dinero, cayendo así en  la indigencia, cansado de ir de un sitio a otro decidí ocultarme en este jardín, pues al menos aquí, cuando Alexandra limpia la jaula de estos dos prisioneros, siempre caen restos de comida y así de esta forma he ido sobreviviendo; pero es tal la adicción que tengo por el tabaco que todos los días le robaba cigarrillos a Katía y un día me explotó uno de ellos al encenderlo, alguien le había puesto un petardo oculto en su interior y a causa de ello no sé cuánto tiempo he pasado entre las hojarascas en estado de coma, hoy, de nuevo he vuelto a la vida, de profesión soy jardinero y para mí lo más urgente es fumar un par de cigarrillos.
El perico jardinero acusa a Katía y posiblemente también a Alexandra de tenencia ilícita de petardos, ha decidido hacerse cargo del jardín, pues lo encuentra muy abandonado y así cuando las dueñas de la casa regresen, viendo la nueva imagen que con la limpieza presente, no dejará de recibir una buena recompensa en alpiste, tabaco a ser posible y algo de ropa. Ha decidido dejar de robar cigarrillos, pero no lo de robar, pues en un vuelo rapidísimo robó dos plantas en el jardín de una vecina que se llama Hayat, las plantas -dijo- son patateras, los fumadores más empedernidos como yo las fumamos a falta de tabaco y separando unas patatas que habían venido adheridas a las plantas, colgó estas para que se sequen y poder hacer cigarrillos con sus hojas, acto seguido  ha sembrado las patatas en la zona más soleada del jardín, las ha abonado con un líquido que según nos comentó las hará crecer y alcanzar la plena madurez en dos días, al mismo tiempo espera conseguir patatas en gran cantidad y de esa forma aumentar la cosecha. Después de realizar la siembra y abonado, ha comenzado a arreglar el jardín, recortó los setos, podó el rosal y el árbol, arrancó unas zarzas que en uno de los rincones empezaban a crecer a su antojo, ha entresacado las malas hierbas, ha recogido la hojarasca y por último ha segado el césped y recogido la hierba segada. Con todos los deshechos ha llenado una bolsa de gran tamaño y rogó a Cora que la tirara a la basura, cosa que esta hizo sin protestar, incluso tuvo la cortesía para con la casa de colocar en el lugar correspondiente las tejas que se le cayeron en el momento de toser. De tal aspecto quedó el jardín que quien lo conociera antes quedaría gratamente sorprendido con el nuevo aspecto que presentaba.


CÁRCEL PARA PERICOS

He vuelto la vista y he observado, que ya tiene la tabla colgada en la jaula.











Capítulo.-2

El bautizo del gato


Con la idea de salir de dudas y averiguar si todo lo sucedido ayer en el jardín fue producto de un sueño o era una realidad, me he dirigido al jardín de La Casa con Tos y la tabla rotulada por el perico jardinero sigue en el mismo sitio,  por lo que deduzco que lo ocurrido allí no fue producto de un sueño, fue algo tan real como la casa misma, que allí sigue y si alguien duda de estos acontecimientos, puede visitarla y se convencerá.
 En la visita que he realizado hoy al atardecer me llevé la grata sorpresa de encontrar al gato y mi perra Cora, los pericos no estaban, el gato me dijo que estaban realizando una excursión por los alrededores para celebrar la recién puesta en libertad, que aún siendo condicional, no era menos libertad.
¿Qué hacéis? -pregunté-
Aquí estamos tomando el sol. -contestó el gato-
¿Cómo te llamas?
Zacarías Moro Moro y haciendo honor a mis apellidos no estoy bautizado, Adrian nunca me bautizó, ni ninguno de mis amos me ha bautizado nunca y desde que lo abandoné hace unos días nadie me ha adoptado y por lo tanto  no  tengo  amo y soy enteramente libre, pero  puedes  llamarme  simplemente " gato ".
Si me lo permites, puedo adoptarte y bautizarte.
El gato Zacarías
Lo de la adopción de momento vamos a dejarlo, lo del bautizo puede, aquí algunos ya están bautizados, como los dos pericos de Alexandra, incluso algunas tienen hasta apodo, a Katía y a Alexandra el perico jardinero las llama las  “Petarderas”. Todos sabemos el por qué de ello.
Hace unos años ya -dije- tuve un gato pelirrojo, no tanto como tú, pero de aspecto muy parecido al tuyo y le bautice con el nombre de Zacarías, si me lo permites y en recuerdo de los buenos momentos que pasé con él y como hace muchísimo tiempo que no tengo noticias suyas, si tú quieres y como no sé si vive todavía, podemos bautizarte y dejarte el mismo nombre.
Si quieres bautizarme y dejarme ese nombre yo lo acepto, pero con la condición de que yo y solamente yo lo llevaré en esta urbanización.
Por mí de acuerdo, pero debes saber que no conozco a todos los gatos de la urbanización y menos sus nombres y pudiera darse el caso de que alguno se llame así. No obstante y puesto que vives en casa de Katía y para poder hacer uso de su refugio, voy a llamarla por teléfono para comunicarle todo esto.
Acto seguido he llamado a Katía por teléfono y con el fin de que el gato pudiera escuchar la conversación realicé la llamada en la modalidad de manos libres.
Ya has oído y has podido comprobar lo que me ha costado convencerla para que te puedas quedar en su refugio, en aras a tu bienestar ha accedido y has comprobado que me ha dado total libertad para que en su ausencia tome las decisiones que crea más oportunas, no sin antes meditarlas detenidamente, pues Katía piensa que soy un pelín imprudente y me ha recomendado que sobre todo no las tome a la ligera. Has oído que es conforme en que permanezcas aquí, con tres condiciones a cumplir desde el primer momento, que mantengas la casa y el jardín libre de ratones, que tengas un nombre para poder diferenciarte de los demás gatos, puede ser el que nosotros y de común acuerdo decidamos y la tercera es que te tienes que bautizar.
El nombre ya está decidido, conservaré el mismo, pues a mi edad no creo que sea conveniente cambiarlo, pero exactamente el bautizo: ¿en qué consiste?
Al bautizarte hay que derramar agua sobre tu cabeza, al mismo tiempo que se pronuncian una palabras rituales y a partir de ese momento dejas de ser un gato corriente, por no decir un gato moro, pues ya sabes que ahora está muy de moda lo de decir las cosas  y a raíz de lo de las  Alianzas de las Civilizaciones,  que el mentecato de nuestro presidente ha auspiciado, de una forma que sobre todo lo demás debe ser políticamente correcta. Por medio del ritual del bautizo te conviertes y si conservas el mismo nombre y en recuerdo del más ilustrado de los gatos que yo he tenido, en el gato Don Zacarías Moro Moro.
El nombre, lo de las palabras rituales,  en vista de todo lo que me has contado lo acepto, pero lo del derramamiento de agua sobre mi cabeza,  no estoy dispuesto a pasar por ello, sería peor que pasar por las horcas caudinas.  
El derramamiento de agua sobre tu cabeza forma parte inherente del ritual del bautizo y puede ser que si no lo realizamos en la debida forma, cometamos sacrilegio y no quedes debidamente bautizado. Voy a llenar ese cubo playero de agua, creo que es el más indicado para tu bautizo, y sin más  me dirigí  al grifo instalado en el jardín para su riego y lo llené de agua, todo esto lo observaba el gato con gran atención al mismo tiempo que vaciaba un pequeño melón que no sé donde había conseguido y con una de las herramientas cortantes de las que el perico jardinero tenía para sus trabajos en el jardín, le estaba dando unos cortes con el fin de darle una forma determinada, al mismo tiempo que lo vaciaba de su contenido, una vez realizado esto, se lo puso sobre la cabeza en forma de casco improvisado y alzando en extremo la voz dijo:
Alto, alto, hazle caso a Katía, no cometas imprudencias y vuelve a meditar lo del bautizo, el hacerme esto sería una de las más grandes vilezas que se pueden cometer sobre un gato.
No creo que el derramar un poco de agua fría sobre tu cabeza sea cometer contigo una vileza, máxime cuando es parte inherente al ritual del bautizo.
Pues por lo del agua no paso, a mi edad soy gato escaldado y por lo tanto debes recordar el viejo dicho, haciendo un gran sacrificio y sin que ello sirva de precedente, puedo aceptar que derrames un poco de leche sobre mi cabeza en sustitución del agua. Sabes que no me gusta derrochar.
En recuerdo del viejo dicho, voy a la tienda de enfrente a comprar una bolsa de ella y en lo que vuelvo, medita bien si estás conforme con el nombre.
Al cabo de cinco minutos me encontraba de vuelta con la leche y le dije:
En vista de que el ritual del bautizo no lo vamos a realizar en la debida forma y para que nadie pueda acusarnos de haber faltado a las condiciones y observancias que la Iglesia en estos casos impone y en vista de que se pudiera dar un defecto de forma, no tenemos la total garantía de que quedes bien bautizado, si me das tu conformidad y para no cometer sacrilegio te llamarás Don Zacarías y llevarás,  además,  unos apellidos y estos no pueden ser otros que Moro Moro
Tienes mi conformidad con la condición de que derrames la mínima cantidad de leche sobre mi cabeza, pues no deja de ser esto un desperdicio de uno de los alimentos más apreciado por mí y la que sobre me la das, a fin de que bebiéndola pueda recuperarme de estos malos trances.
Acercaos tanto tú como Cora, pues ella tiene que actuar de madrina y sin más te administro el bautizo.
Los dos se acercaron a mí, le despojé del casco que se había fabricado con el pequeño melón y derramé sobre su cabeza la cantidad imprescindible de leche al mismo tiempo que pronunciaba las palabras rituales, quedando de esta forma bautizado con el nombre de Don Zacarías y de apellidos Moro Moro.
Acto seguido dijo:
Como el sol comienza a declinar y la casa, al tener la calefacción apagada, no desprende calor, me retiro al refugio. Sígueme y tu lo mismo Cora.
Le seguí al refugio y con la idea de lavarme las manos, pues  se me habían manchado con un poco de la leche derramada sobre la cabeza de Don Zacarías Moro, cogí  el cubo playero con su contenido de agua.
Te olvidas de la leche. -dijo Don Zacarías Moro.
No, que también la llevo.
Detrás de él bajé acompañado de Cora.
Una vez instalado en su lugar preferido y al mismo tiempo que bebía la leche que le había puesto en un plato de los cuales estaba bien surtido el refugio, me decía:
He encontrado una enorme carpeta con bastante documentación y de todos los que aquí nos reunimos solamente tú sabes leer con soltura, nosotros aunque sabemos leer no pronunciamos bien del todo, te estaría enormemente agradecido que esta noche cuando estemos todos reunidos la leyeras para nosotros. La próxima vez que vengas trae algo de leña para poder hacer lumbre en la chimenea y de esta forma poder caldear este frío refugio, para que esta te salga más barata, te recomiendo que no la compres, hay mucha en la trasera del hotel, de primera calidad, de encina seca, tomas prestada una buena cantidad de ella y para que Félix no tenga nada que objetar, le devolvemos las cenizas. Todo sea por economizar.
Mejor que la leña podemos caldear el refugio con carbón vegetal, pues de este estoy bien surtido.   
Trae lo que mejor te parezca, al fin no deja de ser tu carbón, pero vuelvo a decir que esa no es la mejor forma de economizar.
Con el fin de cambiar la conversación dije:
Hay que quedar de acuerdo con Katía en hacer una cena a base de buen cordero asado a la brasa, con el fin de celebrar tu bautizo, de estas celebraciones Katía es siempre partidaria.
Katía será partidaria del buen cordero asado, pero del calor no creo, la casa aunque en menor medida no deja de toser y se la ve muy resentida
Unos ruidos en el jardín nos interrumpieron la conversación.
Subí en compañía de Cora y allí estaban los excursionistas, que venían acompañados de un viejo conocido de Cora, el cuervo que con sus graznidos me despierta algunas mañanas y gran enemigo de esta, pues suele robarle parte del pienso que le suministro para su alimentación.
Bajad al refugio -les dije- en él al menos no hace tanto frío.
Bajamos todos y una vez que todos estuvimos instalados, cada uno en su lugar correspondiente, los pericos y el cuervo en lo más alto, en unas barras transversales que van de un lado al otro de las paredes, Don Zacarías Moro en su lugar favorito, yo en una silla al lado de la mesa que allí hay y la perra que no dejaba de gruñir por la presencia del cuervo, se colocó a la entrada.
Tomando la palabra Don Zacarías Moro dijo:
Aprovechando la ocasión en la que estamos todos reunido y si todos estamos de acuerdo, propongo que te nombremos medio cronista oficial, que no cronista entero, de este mi refugio, con el fin de que tomes nota de las cosas más interesante que aquí tratemos y para que nos leas la abundante documentación existente en la carpeta que hace unos días encontré  y que me llena de intriga. Así es  que los que estén de acuerdo con la propuesta que digan sí y si alguien no está de acuerdo, dormirá en el jardín al ralentí de la noche.
La votación realizada acto seguido a la propuesta, quedó del siguiente modo:
Votos a favor de la propuesta cinco y dos abstenciones, la mía y la del cuervo, que en calidad de invitado no pudo votar.
Un momento, yo no puedo estar continuamente aquí, solamente algunos días, pero para esos días que pueda venir acepto el nombramiento, siempre que sea en rigurosa exclusiva.
Aceptamos la propuesta -dijeron al unísono-.
Quedas nombrado por todos nosotros -dijo Don Zacarías Moro- medio cronista mayor de este mi refugio, en la más rigurosa exclusiva, para que tomes nota de lo más importante que aquí ocurra. Del salario a percibir por ello corre a cuenta del futuro editor de estas crónicas, si es que lo hay,  cosa que pongo muy en duda. Ya sabéis que lo de economizar es una de mis mayores máximas.

La velada se alargó hasta altas horas de la madrugada  organizando la carpeta, pues los documentos, aparte de que eran numerosos, estaban muy desordenados, pero el comienzo de la lectura  del contenido de la carpeta de Don Zacarías, lo dejamos para el próximo día que los visite.
  






Capítulo.-3

Denuncia ante la policía. 


Esta mañana cuando salía de casa me encontré con Don Zacarías, quien me recordó que desde hace un tiempo lleva esperando que les lea el contenido de la carpeta que había encontrado y me comunicó que además de los documentos, en la carpeta ha encontrado un CD que en la primera revisión no lo vimos, puesto que estaba oculto en un compartimento camuflado de la carpeta. Me hizo prometerle que esta noche iría sin falta y allá, al refugio de La Casa con Tos me dirijo, con el fin de cumplir lo prometido a Don Zacarías.                      
A mi llegada he encontrado al perico jardinero fumando en la calle, pues cumple a pies juntillas las normas que Don Zacarías tiene impuestas en cuanto al asunto de fumar, la verdad es que no sé qué es lo que estaba fumando, pero a tabaco no huele y tampoco a las patateras que él mismo cultiva.
Lo he saludado y por toda respuesta he obtenido unas sonrisitas un poco extrañas, he accedido al refugio después de atravesar el jardín en el cual ahora hay unas plantas nuevas, altas, frondosas y muy bien cuidadas están plantadas entre las patatas y se nota en todo él, la destreza que en estos menesteres tiene su cuidador.
Dentro del refugio se encontraban mis amigos esperando a que llegase para dar comienzo a la lectura del contenido de la carpeta. Cada uno de ellos ocupaba su sitio habitual, Antonio y Froilán en las alturas, el cuervo estaba en una de las barras situadas a media altura, estaba ocupado limpiando su chistera y su levita, con semejantes prendas parecía el empleado de una funeraria, o es que estaba disfrazado de gótico. Don Zacarías estaba recostado en un cojín y Cora acostada en una pequeña alfombra que hay a la entrada, con el objetivo de vigilar, pues ese es el trabajo que tiene encomendado por Don Zacarías. En lo más alto se ha encaramado el perico jardinero, que una vez terminado el cigarro ha regresado al refugio y no sin gran trabajo consiguió llegar hasta su lugar habitual.
Don Zacarías se ha levantado, se ha estirado convenientemente y tras entregarme la carpeta y el CD, ha vuelto a su cojín y alzando un poco la voz dijo:
Durante la lectura no quiero oír ni el más mínimo ruido o me veré obligado a tomar decisiones y adoptar medidas que nadie desearía. Puedes comenzar la lectura.
Como ya os comenté el otro día -dije- esta carpeta contiene denuncias de violencia de género en su mayoría, por lo tanto debe de haberla perdido un abogado que me imagino se ha especializado en este tipo de denuncias, que si bien antes eran una falta en la mayoría de las veces, actualmente y con la nueva Ley aprobada por nuestro insigne y aclamado presidente, estadista donde los haya, economista en dos tardes de aprendizaje, amigo de todos los dictadores del planeta Tierra, Señor y dueño del talante, pero sin talento, con la nueva Ley aprobada en el Parlamento, simplemente toserle un día, a nuestra compañera, novia o esposa, un pelín más fuerte de lo normal, ahora es un delito, yo no voy a entrar a comentar si la Ley es justa, injusta o anticonstitucional, solamente me limito a decir que es la Ley actualmente en vigor y si no la cumples te tienes que atener a las consecuencias. Comenzaré a leer la primera que aparece en la carpeta, os advierto de antemano que esto de los juicios, para la gran mayoría, es un aburrimiento. Comienzo por la primera que aparece en la carpeta y por lo que he visto es una denuncia de violencia de género en una comunidad de gatos.....
Un momento –me interrumpió Don Zacarías- ¿Estás seguro que es una denuncia entre una pareja de gatos? No vaya a ser que crees mala reputación entre mis congéneres.
Yo me limito a leer lo que aquí está escrito y además lleva el correspondiente sello  de la comisaría donde se interpuso la denuncia, en ella constan además otros datos como la fecha, el número del instructor que actuó, el número del secretario y lo que más me choca es el número que hace el atestado, hace el número 999999999999, visto el numero de atestado, que corresponde con las denuncias que se han interpuesto en esta comunidad, salen a un número muy elevado de denuncias por gata y esto solamente tiene dos explicaciones, o bien se ponen denuncias  por ponerlas o bien en esta comunidad están a palos todos los días, en este caso serían arañazos, la denuncia dice:



En Gatola, siendo las 17 horas 45 minutos del día 14 de Octubre del año 2010, ante el instructor y secretario arriba mencionados.
COMPARECE: En calidad de denunciante, quien mediante DNI nº 69696969, acredita ser Bibiana  Ahuído, país de nacionalidad ESPAÑA, gata, hija de José Luis Ahuído y de María Teresa la Mona, con domicilio en CALLE EL GATO SIN BOTAS, Nº 13, 3º M, TELÉFONO 888777666, y
MANIFIESTA:
Que comparece en este acto para formular denuncia de malos trato psíquicos sufridos por la compareciente. Que los malos tratos fueron causados por Patrocinio Herrero Zapatero con domicilio en DESCONOCIDO. Se significa que los hechos se produjeron el día 01/02/2009, en DOMICILIO PARTICULAR. Calle El Gato sin Botas, nº 13, 3º M
Que la relación familiar que le une a Patrocinio Herrero es la de haber tenido una relación estable de afectividad, pero ya cesada en la actualidad.
Que en este acto es informada de los preceptos legales sobre la obligación que tiene de decir la verdad recogida en el Art. 433 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre la responsabilidad penal en que puede incurrir en caso de acusar o imputar falsamente a un gato una infracción penal del Art. 456 Código Penal, así como denunciar una infracción penal falsa o inexistente según el Art. 457 Código Penal.
Que la compareciente se persona en estas dependencias como víctima de un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar, acompañada de la letrada particular Peña Picapleitos, colegiada nº 0370, siendo informada de los recursos existentes en materia de violencia de género, entre otros, la posibilidad de solicitar una orden de protección en cualquier momento que ella crea oportuno del procedimiento iniciado, manifestando esta que NO es necesario solicitarla en este momento.
Que ha sido informada de las medidas cautelares existentes siendo su deseo el de acogerse a ellas con el fin de que su ex compañero no se acerque a ella en ningún momento, ni al lugar de trabajo de la compareciente ni que contacte con ella por ningún medio.
Que así mismo es informada de los derechos que le asisten según los Art. 771.1ª, 109 y 110 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (L.E.Cr.), así como las medidas de protección integral contra la violencia de género recogidas en la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de Diciembre, lo que se realiza en Actas aparte que se adjuntan a las presentes.
Que conoció a Don Patrocinio Herrero, titular del DNI nº 07525666, con domicilio en Zorros Mondigo, desconociendo calle y número, hace unos tres años, entablando una relación sentimental, con convivencia, que duró hasta el año pasado.
Que desde que cesó la relación, algo que no aceptó de buen agrado su ex compañero, ha estado continuamente molestando a la declarante, la mayoría de las veces mediante el envío de correos electrónicos con mensajes amenazantes. Entre otros muestra uno en este acto, procedente del titular: corrillo@hotmail.es perteneciente al  referenciado, enviado el día 28/03/2009, con el siguiente texto:
    "Vas a saber lo que es estar en chirona, te voy a sacar unos 60.000€ de indemnización y cuando salgas te estaré esperando. Te voy a volar la cabeza como a los conejos con mixomatosis, a ver si aprendes a no meter tus narices donde no te llaman.
      Ya te lo dije en su momento: el que avisa no es traidor.
      Tu hermana volverá conmigo en cuanto la vieja desaparezca y tú no podrás hacer nada porque te estarás pudriendo en la cárcel. 
      Estás advertida, sé dónde vives.
     Yo de ti vigilaría muy de cerca esa hija que tienes y que tantas veces se ha reído de mí con sus amigas.
     Se le van a quitar las ganas de reírse para el resto de su vida."
Que tiene otros muchos correos que, en su momento, podría aportar y que son similares al escrito anteriormente.

Que por sentencia dictada por el juzgado de instrucción nº 2 de Zorros Mondigo, de fecha 11/01/2010, ratificada por la Audiencia Provincial con fecha 16 de Marzo del mismo año, se condenaba a su ex compañero a entregar un maletín de curandera y su contenido, que había mantenido en su poder, una vez finalizada la relación y que había sido requerido para su entrega en varias ocasiones, ya que contenía recetas de fórmulas magistrales que la dicente necesitaba para el ejercicio de su profesión. Que en el mes de Mayo del presente año, hizo entrega del maletín, juntamente con su contenido, según consta en ejecutoria 11/2010 del Juzgado de Instrucción nº 2 de Zorros Mondigo. Que el día tres del presente mes, su ex compañero se personó en el local de Peñas Pardas, donde atiende a sus pacientes, en compañía de otra curandera y una aprendiza de curandera. Que pensaba que su ex compañero iba de buena fe y de buenas formas, ya que así se lo hizo ver en un principio, diciéndole que la quería y que deseaba reiniciar la relación, pero pronto se dio cuenta que sus intenciones no eran precisamente las que representaba, ya que al decirle la declarante que no tenía intenciones de volver con él, le dijo: " Ten cuidado de que no se entere nadie de esto, de que he venido, porque la próxima vez vengo con una pistola y te mato a ti y a tu hermana. Tu familia se va a acordar de mí toda la vida."
Que el día que ocurrieron los hechos hizo acto de presencia en el local de trabajo, la Guardia Civil, a instancias de la dicente y realizó un informe de incidencias, lo que les fue comunicado a la picapleitos aquí presente y a la dicente, al tiempo que les dijeron que si era necesario lo aportarían al Juzgado que recibiese la denuncia.
Que la declarante ha estado en tratamiento psicológico durante bastante tiempo debido a las amenazas que ha recibido mediante los correos electrónicos a los que ha hecho mención con anterioridad y cree que es capaz de llevarlas a cabo, siendo este uno de los motivos por los que solicita medidas de alejamiento e incomunicación.
Que su ex compañero trabaja de zapatero, en su tienda de calzados de artesanía, en Zorros Mondigo, desconociendo el teléfono que pueda usar.
Que no tiene más que decir, firmando su declaración en prueba de conformidad, en unión del instructor. CONSTE Y CERTIFICO."

Hay tres firmas.

Don Zacarías, me retiro porque es muy tarde, y mañana tengo que trabajar.  La próxima noche leeremos la declaración que la denunciante hizo al día siguiente en el Juzgado de guardia. La carpeta y el CD me los llevo, para ordenar los documentos mejor.
Buenas noches.
Nadie ha contestado, tan absortos siguen todavía por la impresión que les ha causado el contenido de la primera de las lecturas. 
La verdad es que hasta yo he quedado impresionado porque estas cosas ocurran entre parejas, estén unidas sentimentalmente o casadas legalmente.
  

El bautizo del gato.

Capítulo.-24 Declaración de la curandera. Con la finalidad de leerle a Don Zacarías y a los demás habitantes del refugi...