miércoles, 25 de diciembre de 2019






Capítulo.-2

El bautizo del gato


Con la idea de salir de dudas y averiguar si todo lo sucedido ayer en el jardín fue producto de un sueño o era una realidad, me he dirigido al jardín de La Casa con Tos y la tabla rotulada por el perico jardinero sigue en el mismo sitio,  por lo que deduzco que lo ocurrido allí no fue producto de un sueño, fue algo tan real como la casa misma, que allí sigue y si alguien duda de estos acontecimientos, puede visitarla y se convencerá.
 En la visita que he realizado hoy al atardecer me llevé la grata sorpresa de encontrar al gato y mi perra Cora, los pericos no estaban, el gato me dijo que estaban realizando una excursión por los alrededores para celebrar la recién puesta en libertad, que aún siendo condicional, no era menos libertad.
¿Qué hacéis? -pregunté-
Aquí estamos tomando el sol. -contestó el gato-
¿Cómo te llamas?
Zacarías Moro Moro y haciendo honor a mis apellidos no estoy bautizado, Adrian nunca me bautizó, ni ninguno de mis amos me ha bautizado nunca y desde que lo abandoné hace unos días nadie me ha adoptado y por lo tanto  no  tengo  amo y soy enteramente libre, pero  puedes  llamarme  simplemente " gato ".
Si me lo permites, puedo adoptarte y bautizarte.
El gato Zacarías
Lo de la adopción de momento vamos a dejarlo, lo del bautizo puede, aquí algunos ya están bautizados, como los dos pericos de Alexandra, incluso algunas tienen hasta apodo, a Katía y a Alexandra el perico jardinero las llama las  “Petarderas”. Todos sabemos el por qué de ello.
Hace unos años ya -dije- tuve un gato pelirrojo, no tanto como tú, pero de aspecto muy parecido al tuyo y le bautice con el nombre de Zacarías, si me lo permites y en recuerdo de los buenos momentos que pasé con él y como hace muchísimo tiempo que no tengo noticias suyas, si tú quieres y como no sé si vive todavía, podemos bautizarte y dejarte el mismo nombre.
Si quieres bautizarme y dejarme ese nombre yo lo acepto, pero con la condición de que yo y solamente yo lo llevaré en esta urbanización.
Por mí de acuerdo, pero debes saber que no conozco a todos los gatos de la urbanización y menos sus nombres y pudiera darse el caso de que alguno se llame así. No obstante y puesto que vives en casa de Katía y para poder hacer uso de su refugio, voy a llamarla por teléfono para comunicarle todo esto.
Acto seguido he llamado a Katía por teléfono y con el fin de que el gato pudiera escuchar la conversación realicé la llamada en la modalidad de manos libres.
Ya has oído y has podido comprobar lo que me ha costado convencerla para que te puedas quedar en su refugio, en aras a tu bienestar ha accedido y has comprobado que me ha dado total libertad para que en su ausencia tome las decisiones que crea más oportunas, no sin antes meditarlas detenidamente, pues Katía piensa que soy un pelín imprudente y me ha recomendado que sobre todo no las tome a la ligera. Has oído que es conforme en que permanezcas aquí, con tres condiciones a cumplir desde el primer momento, que mantengas la casa y el jardín libre de ratones, que tengas un nombre para poder diferenciarte de los demás gatos, puede ser el que nosotros y de común acuerdo decidamos y la tercera es que te tienes que bautizar.
El nombre ya está decidido, conservaré el mismo, pues a mi edad no creo que sea conveniente cambiarlo, pero exactamente el bautizo: ¿en qué consiste?
Al bautizarte hay que derramar agua sobre tu cabeza, al mismo tiempo que se pronuncian una palabras rituales y a partir de ese momento dejas de ser un gato corriente, por no decir un gato moro, pues ya sabes que ahora está muy de moda lo de decir las cosas  y a raíz de lo de las  Alianzas de las Civilizaciones,  que el mentecato de nuestro presidente ha auspiciado, de una forma que sobre todo lo demás debe ser políticamente correcta. Por medio del ritual del bautizo te conviertes y si conservas el mismo nombre y en recuerdo del más ilustrado de los gatos que yo he tenido, en el gato Don Zacarías Moro Moro.
El nombre, lo de las palabras rituales,  en vista de todo lo que me has contado lo acepto, pero lo del derramamiento de agua sobre mi cabeza,  no estoy dispuesto a pasar por ello, sería peor que pasar por las horcas caudinas.  
El derramamiento de agua sobre tu cabeza forma parte inherente del ritual del bautizo y puede ser que si no lo realizamos en la debida forma, cometamos sacrilegio y no quedes debidamente bautizado. Voy a llenar ese cubo playero de agua, creo que es el más indicado para tu bautizo, y sin más  me dirigí  al grifo instalado en el jardín para su riego y lo llené de agua, todo esto lo observaba el gato con gran atención al mismo tiempo que vaciaba un pequeño melón que no sé donde había conseguido y con una de las herramientas cortantes de las que el perico jardinero tenía para sus trabajos en el jardín, le estaba dando unos cortes con el fin de darle una forma determinada, al mismo tiempo que lo vaciaba de su contenido, una vez realizado esto, se lo puso sobre la cabeza en forma de casco improvisado y alzando en extremo la voz dijo:
Alto, alto, hazle caso a Katía, no cometas imprudencias y vuelve a meditar lo del bautizo, el hacerme esto sería una de las más grandes vilezas que se pueden cometer sobre un gato.
No creo que el derramar un poco de agua fría sobre tu cabeza sea cometer contigo una vileza, máxime cuando es parte inherente al ritual del bautizo.
Pues por lo del agua no paso, a mi edad soy gato escaldado y por lo tanto debes recordar el viejo dicho, haciendo un gran sacrificio y sin que ello sirva de precedente, puedo aceptar que derrames un poco de leche sobre mi cabeza en sustitución del agua. Sabes que no me gusta derrochar.
En recuerdo del viejo dicho, voy a la tienda de enfrente a comprar una bolsa de ella y en lo que vuelvo, medita bien si estás conforme con el nombre.
Al cabo de cinco minutos me encontraba de vuelta con la leche y le dije:
En vista de que el ritual del bautizo no lo vamos a realizar en la debida forma y para que nadie pueda acusarnos de haber faltado a las condiciones y observancias que la Iglesia en estos casos impone y en vista de que se pudiera dar un defecto de forma, no tenemos la total garantía de que quedes bien bautizado, si me das tu conformidad y para no cometer sacrilegio te llamarás Don Zacarías y llevarás,  además,  unos apellidos y estos no pueden ser otros que Moro Moro
Tienes mi conformidad con la condición de que derrames la mínima cantidad de leche sobre mi cabeza, pues no deja de ser esto un desperdicio de uno de los alimentos más apreciado por mí y la que sobre me la das, a fin de que bebiéndola pueda recuperarme de estos malos trances.
Acercaos tanto tú como Cora, pues ella tiene que actuar de madrina y sin más te administro el bautizo.
Los dos se acercaron a mí, le despojé del casco que se había fabricado con el pequeño melón y derramé sobre su cabeza la cantidad imprescindible de leche al mismo tiempo que pronunciaba las palabras rituales, quedando de esta forma bautizado con el nombre de Don Zacarías y de apellidos Moro Moro.
Acto seguido dijo:
Como el sol comienza a declinar y la casa, al tener la calefacción apagada, no desprende calor, me retiro al refugio. Sígueme y tu lo mismo Cora.
Le seguí al refugio y con la idea de lavarme las manos, pues  se me habían manchado con un poco de la leche derramada sobre la cabeza de Don Zacarías Moro, cogí  el cubo playero con su contenido de agua.
Te olvidas de la leche. -dijo Don Zacarías Moro.
No, que también la llevo.
Detrás de él bajé acompañado de Cora.
Una vez instalado en su lugar preferido y al mismo tiempo que bebía la leche que le había puesto en un plato de los cuales estaba bien surtido el refugio, me decía:
He encontrado una enorme carpeta con bastante documentación y de todos los que aquí nos reunimos solamente tú sabes leer con soltura, nosotros aunque sabemos leer no pronunciamos bien del todo, te estaría enormemente agradecido que esta noche cuando estemos todos reunidos la leyeras para nosotros. La próxima vez que vengas trae algo de leña para poder hacer lumbre en la chimenea y de esta forma poder caldear este frío refugio, para que esta te salga más barata, te recomiendo que no la compres, hay mucha en la trasera del hotel, de primera calidad, de encina seca, tomas prestada una buena cantidad de ella y para que Félix no tenga nada que objetar, le devolvemos las cenizas. Todo sea por economizar.
Mejor que la leña podemos caldear el refugio con carbón vegetal, pues de este estoy bien surtido.   
Trae lo que mejor te parezca, al fin no deja de ser tu carbón, pero vuelvo a decir que esa no es la mejor forma de economizar.
Con el fin de cambiar la conversación dije:
Hay que quedar de acuerdo con Katía en hacer una cena a base de buen cordero asado a la brasa, con el fin de celebrar tu bautizo, de estas celebraciones Katía es siempre partidaria.
Katía será partidaria del buen cordero asado, pero del calor no creo, la casa aunque en menor medida no deja de toser y se la ve muy resentida
Unos ruidos en el jardín nos interrumpieron la conversación.
Subí en compañía de Cora y allí estaban los excursionistas, que venían acompañados de un viejo conocido de Cora, el cuervo que con sus graznidos me despierta algunas mañanas y gran enemigo de esta, pues suele robarle parte del pienso que le suministro para su alimentación.
Bajad al refugio -les dije- en él al menos no hace tanto frío.
Bajamos todos y una vez que todos estuvimos instalados, cada uno en su lugar correspondiente, los pericos y el cuervo en lo más alto, en unas barras transversales que van de un lado al otro de las paredes, Don Zacarías Moro en su lugar favorito, yo en una silla al lado de la mesa que allí hay y la perra que no dejaba de gruñir por la presencia del cuervo, se colocó a la entrada.
Tomando la palabra Don Zacarías Moro dijo:
Aprovechando la ocasión en la que estamos todos reunido y si todos estamos de acuerdo, propongo que te nombremos medio cronista oficial, que no cronista entero, de este mi refugio, con el fin de que tomes nota de las cosas más interesante que aquí tratemos y para que nos leas la abundante documentación existente en la carpeta que hace unos días encontré  y que me llena de intriga. Así es  que los que estén de acuerdo con la propuesta que digan sí y si alguien no está de acuerdo, dormirá en el jardín al ralentí de la noche.
La votación realizada acto seguido a la propuesta, quedó del siguiente modo:
Votos a favor de la propuesta cinco y dos abstenciones, la mía y la del cuervo, que en calidad de invitado no pudo votar.
Un momento, yo no puedo estar continuamente aquí, solamente algunos días, pero para esos días que pueda venir acepto el nombramiento, siempre que sea en rigurosa exclusiva.
Aceptamos la propuesta -dijeron al unísono-.
Quedas nombrado por todos nosotros -dijo Don Zacarías Moro- medio cronista mayor de este mi refugio, en la más rigurosa exclusiva, para que tomes nota de lo más importante que aquí ocurra. Del salario a percibir por ello corre a cuenta del futuro editor de estas crónicas, si es que lo hay,  cosa que pongo muy en duda. Ya sabéis que lo de economizar es una de mis mayores máximas.

La velada se alargó hasta altas horas de la madrugada  organizando la carpeta, pues los documentos, aparte de que eran numerosos, estaban muy desordenados, pero el comienzo de la lectura  del contenido de la carpeta de Don Zacarías, lo dejamos para el próximo día que los visite.
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario

El bautizo del gato.

Capítulo.-24 Declaración de la curandera. Con la finalidad de leerle a Don Zacarías y a los demás habitantes del refugi...