Capítulo.-46
Don Zacarías y la Constitución.
A media mañana hemos recibido la visita de Don
Kerkus, la finalidad de su visita estaba relacionada con el cerdo que
Patrocinio pactó en el contrato, que todos los años debe entregarle para la
matanza. Debido a la prolongación otoñal, al menos en cuanto a la temperatura
se refiere, es por lo que la matanza va con retraso y aprovechando la ola de
frio que en estos días hay es por lo que se ha decidido a realizarla, de hecho
han quedado, que mañana, a las ocho horas, se procederá a sacrificar un cerdo
de no menos de quince arrobas, peso ideal para sacrificarlo en opinión de Don
Kerkus.
Una vez que Don Kerkus nos abandonó, Don
Zacarías ha dado orden de que se saquen los cuchillos, se afilen y limpien
convenientemente y se limpien todos los demás utensilios necesarios para
realizar la matanza al estilo tradicional.
Los condimentos necesarios, como pueden ser el
pimentón, ajos, pan, arroz, sal y todos los demás que sean necesarios para la
adecuada elaboración de chorizos, morcillas, salado de los jamones y paletas y
demás los trae Don Kerkus por su cuenta, pues según nos comentó, los años y la
experiencia le han convertido en un gran experto en la materia.
Una vez dadas estas órdenes al personal que
realiza los servicios domésticos, se ha vuelto a reunir con nosotros y
Patrocinio nos ha comunicado que una vez pasada la matanza, va a descansar al
menos una semana que posiblemente dedique a la pesca de tencas, que en varias
de las enormes charcas que en el encinar hay, están demasiado pobladas de
ellas, descanso que verdaderamente necesito, debido a la temporada tan
ajetreada que llevo con mis negocios. Dicho esto se ha dirigido a Don Zacarías
y le ha preguntado por el asunto de copiar y pegar el texto de la Constitución
en el ordenador y más que otra cosa se lo pregunto entre nosotros por no
ponerle la cara colorada delante de todo el personal que en esta explotación
porcina trabaja, aunque me estoy oliendo la tostada, te voy a hacer unas
preguntas, de antemano sé que no eras un buen estudiante en tu infancia, lo sé
por experiencia. Veamos:
¿Estudiabas como es debido en tu infancia?
No –contestó- y para economizar en preguntas,
paso a explicarle detalladamente y de la mejor forma sobre mis estudios durante
la infancia. Al no estudiar como es debido, muchas veces, el maestro me
castigaba a copiar lo que no estudiaba, un mínimo de mil veces, aunque de
antemano supuse que el copiar y pegar en el ordenador el texto Constitucional
no iba a dar resultado alguno, al menos y por si las moscas lo he intentado. Mi
anterior libro de cabecera de “cuyo
nombre no quiero acordarme”, por decirlo al estilo de nuestro Gran Don Miguel
de Cervantes Saavedra en su genial obra “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de La
Mancha”, y que en buena hora metí en los fogones de la cocina, comencé a
estudiar con gran entusiasmo La Constitución, pero debido a que al ser un libro
tan usado, pues es de la edición del año mil novecientos ochenta, al ponerlo de
canto encima de la mesa con el fin de abrirlo, de una forma casi automática
siempre se abría por la página donde se encuentra el famoso Art. 14, pienso que
esto ocurre por la cantidad de veces que en ese libro se ha estudiado dicho
Artículo, está domado con gran brío justamente por esa página y de ahí el que
siempre se abriera por ella, como bien sabéis es el que predica que todos los
españoles somos iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social. Bien digo al decir predica, pues
dar trigo no lo da bajo ningún concepto, pongo un ejemplo, la Ley de Violencia
de Género, esta no concuerda bajo ningún concepto con dicho artículo, no en vano
los legisladores de esta última, por su forma de actuar y legislar han hecho
bueno a Fernando, el rey felón, cabe destacar de entre estos nuevos y recientes
legisladores al gran economista zETAparo y sus dos niñas bonitas, una de ellas y según
comentan las malas lenguas producto de la “Bodeguiya” que en sus mejores
tiempos Felipillo en la Moncloa montó, para mayor prestigio de todos los
Españoles, pero qué fiestas en ella se corrían y nunca mejor dicho, él y
alguna de sus amigas y amigos. Después de memorizar este Artículo me he
quedado, Patrocinio amigo, desangelado y ya para rematar he memorizado el que
habla del derecho a una vivienda digna para todos los españoles y digo para
todos los españoles por no traer a su memoria a aquel que siempre comenzaba sus
discursos o arengas con lo de “Españoleeees todoooos” y hasta aquí sigo
hablando de esta, nuestra Constitución, pues no me he atrevido a leer más por
miedo a tener que ponerme al frente y como cabecilla de la “Banda de los
Festines” y empezar a visitar banqueros en sus domicilios privados a
media noche. De hecho he destruido a martillazos hace un par de noches una
preciosa arma de fuego que en uno de los antiguos despachos se encontraba
colgada, por miedo a cometer con ella alguna locura. Antes de destruirla, la
fotografié con el fin de ir aumentando mi álbum y en mi afán de modernizar la
he sustituido, una vez conseguidos los correspondientes permisos de las
autoridades competentes, por un arma moderna, pero esta no la puedo tener
colgada, por Ley la tengo debidamente guardada en una caja fuerte que por su
tamaño y peso entre ocho o diez tanques del ejército no consiguen arrastrar
tirando de ella todos al mismo tiempo, de ella también he tomado la
correspondiente fotografía para mi álbum, de esta nueva
arma aquí no dejaré ninguna foto, pero los que traten de venir a
robarnos, que sepan que la tengo y sepan antes de intentarlo a qué
atenerse.
En fin -dijo Patrocinio- hoy y como mañana hay
que madrugar debido a la matanza y en vistas a que va a ser una jornada laboral
larga e intensa, con el fin de que el personal asalariado que a mi cargo tengo,
queda pospuesta la explicación de la última lectura, para que todos puedan
descansar.
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