Este libro se lo dedico a todos los hombres, mujeres, ancianos y niños maltratados
de cualquier forma. A todos ellos les dedico esta poesía.
Refugiada en el cuarto de baño
Sus llantos y sollozos se oían.
Sal,
sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
¿Miedo? Pánico es lo que tengo.
De las palizas que me propinas.
Sal,
sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
Una, no, mil veces has prometido.
Que de maltratarme, sí dejarías.
Sal, sal de ahí, no tengas miedo
Su compañero, otra vez repetía.
Con mucho miedo la puerta abrió.
Lágrimas por sus mejillas corrían.
Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
Asustada a su compañero abrazó.
Aún sin ser culpable, perdón pedía.
Sal, sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
La vida, un traidor disparo, le segó.
Orgulloso, exaltado de su hombría.
Sal,
sal de ahí, no tengas miedo.
Su compañero, otra vez repetía.
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