martes, 24 de diciembre de 2019




Capítulo.-39
La Gran Arpía.

La jornada laboral ha sido intensiva, todo el personal del encinar ha cumplido su cometido a la perfección, todos ponen el máximo empeño en ello y así da hasta placer trabajar.
Lo porqueros psicólogos han regresado de sus quehaceres a las doce horas y tras someterse a una limpieza exquisita, se han trajeado y han comunicado a Don Zacarías que el  restaurante “el corral”, ha sido traspasado, el nuevo propietario le ha cambiado el nombre y ahora se le conoce como: “Mesón Restaurante Taurino” y que con el fin de saborear los buenos chuletones de toro bravo que en él se sirven ahora, hoy no comen en el encinar, lo hacen en el restaurante “Taurino”, comprometiéndose todos ellos que, una hora antes de que comience la lectura en la ya denominada sala de video conferencias,  estarían de vuelta.
Yo he pasado toda la contabilidad en un plis plas, pues ya Don Zacarías había dejado el inventario realizado por el notario bien visible y una vez copiado al sistema de contabilidad de última generación que en el ordenador se halla instalado, los asientos correspondientes no he tardado en pasarlos ni dos horas y ya puesto en faena he realizado un primer balance de situación. Cuando he visto los resultados del Debe y los del Haber y he hallado el Capital de Patrocinio, he quedado asombrado, goza de una fortuna que para mí quisiera yo.
La hora de la lectura ha llegado y cada cual ocupa su sitio excepto los diez portugueses que han sido contratados para la extracción del corcho y la poda del arbolado, pues estos trabajan a “destajo” y cuanto antes terminen aquí, antes irán a cumplir otros contratos que tienen firmados. Una vez que todos han ocupado su lugar, el primero en tomar la palabra ha sido Patrocinio, quien ha ordenado que durante todas las lecturas que se refieran a la "arpía" de su ex cuñada, se coloque en lugar bien visible, a modo de símbolo y en representación de ésta, lo más parecido que ha encontrado a una arpía en el reino animal y que Don Zacarías ha fotografiado para su álbum de fotos, está realizado dicho símbolo en hierro, pues no se puede tener uno de estos ejemplares vivo en la sala por el peligro que tienen, así y con todo, aún siendo de hierro, Don Zacarías antes de sacarle la foto le pegó  un martillazo en la cabeza, pues dijo que no se fiaba de una serpiente cobra ni aun siendo de hierro. Acto seguido -Patrocinio-  le ha preguntado a Don Zacarías si ya había comenzado el estudio de La Constitución Española, respondiendo este que yo le había prestado un ejemplar de las primeras ediciones que se imprimieron de ella y que desde ahora en adelante, sustituiría su libro de cabecera, que según confesó, no era otro que el de “Educación para la Ciudadanía”  por el ejemplar prestado de La Constitución Española, al mismo tiempo que  le mostraba el ejemplar que ya obraba en su poder.
Hoy, y con el fin de no aburriros, solamente se leerá un mail que me envió cuando todo iba bien, sobre ruedas, el que todo fuera sobre ruedas se debía al mero hecho de que en un primer momento, Yo: Patrocinio Herrero Zapatero, tragaba no solamente carros y carretas, alguna que otra muela de molino tuve que tragarme, tiempo tendremos de comenzar a leer los mensajes que me mandó cuando me negué a seguir tragando más carros, carretas y muelas de molino. El motivo de que me enviase este mail fue que le regalé una planta a su madre.
Se retiró del atril y me ordenó que procediera a leer el primer mensaje.
Me puse en el lugar que él había ocupado hasta ese momento y leí el primer mail, que en la carpeta de Don Zacarías se encuentra y que dice:
 To: corrillo@hotmail.es   
 Subject: ERES UN SOLETE

Date: Thu, 23 Nov. 2006 11:02:03 +0100
Eres de los míos. Has tenido un detalle que me ha encantado. Estas pequeñas cosas son las que en realidad definen a las personas tal y como son. Lo que hace tu mano derecha que no lo sepa la izquierda. Me contaste lo del beso y no me dijiste en ningún momento que le habías llevado una planta. Diste en el clavo, porque son su debilidad.
Repito eres un sol, a veces tengo la sensación de conocerte de toda la vida. Me caes genial, quizás estas cosas mejor se escriben porque somos tan estúpidos, al menos yo, que no nos atrevemos a decirlas. Un beso fuerte.


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