Capítulo.-49
Viaje a Roma.
Tal es la cantidad de
trabajo que hay en el encinar, que ante las jornadas de trabajo, que para todos
los habitantes del encinar comenzaban a las ocho horas de la mañana y
terminaban a las ocho horas de la tarde, con un intervalo de dos
hora y media para comer, jornadas tan extenuantes que, a pesar de la abundante
comida, solo ha sido posible aguantarlas debido al suplemento alimenticio que a
diario, Don Zacarías, suministraba de piensos sabor “FAISÁN”, del que tan bien
surtido está, debido a las agotadoras jornadas, las lecturas se suspendieron
para que todos tuvieran más tiempo para el descanso y poder soportar las
extenuantes labores. Aún cuando solamente se han podado y descorchado una
cuarta parte de las encinas y alcornoques del encinar, se ha obtenido
gran cantidad de leña y corcho, a Don Kerkus se le ha hecho un buen
suministro de leña para que no tenga escasez de ella, se ha abastecido
adecuadamente el encinar tanto para la que se queme en el cocinar diario,
como la necesaria para tener de sobra cuando lleguen los fríos y así poder
disfrutar de una buena calefacción. El resto de ella y el abundante corcho
extraído de los alcornoques se ha vendido todo, eso sí, en la venta se ha
seguido a rajatabla la filosofía que Don Zacarías emplea: “TODO AL CONTADO Y EN METÁLICO”, NO ADMITE
NI TAN SIQUIERA CHEQUES CONFORMADOS POR LOS BANCOS”. Esta filosofía la
deduce de que al terminar el día o tiene el corcho y la leña o tiene
el dinero. Tal ha sido la cantidad de dinero que ha obtenido, que se vio
en la necesidad de comprar otra caja fuerte, pues con la que ya había no
era suficiente. De dar facturas por las ventas realizadas, eso ni que se lo
mienten, pues le faltaba tiempo para decirle a sus clientes que si querían
factura les tenía que aplicar el I.V.A., y ante eso todos tragaban. Como
administrador siempre he sabido, que en el precio fijado en que vendía la leña
y el corcho ya llevaba incluido el I.V.A., pero nunca dio ni una sola factura.
En cuanto a la ganadería,
tanto los cerdos como las ovejas, ha vendido siempre en legal forma, con sus
correspondientes facturas, pero siempre aplicando su filosofía en cuanto a los
cobros: “todo al contado”, sin excepciones, las mejores crías las ha
seleccionado para sí mismo, con el fin de reponer las cabezas a medida que
estas vayan envejeciendo, al mismo tiempo que amplía la ganadería y mejora todo
lo posible genéticamente tanto las piaras de cerdos como el rebaño de
ovejas, a estas ordenó que fueran esquiladas a primeros de Mayo, con la
lana obtenida de ellas y con no sé qué fin, las empleadas domésticas, la
han sometido a varios lavados hasta conseguir dejarla con una limpieza
extrema, con agua oxigenada la han dejado blanca como la nieve y ordenó
que se embalara toda ella en cajas de cartón.
De la noche a la mañana nos
dijo que salía con Patrocinio de viaje a Roma, con el fin de visitar la Ciudad
Eterna y de paso acercarse al vaticano en peregrinación por el éxito obtenido
en los negocios.
Al cabo de diez días han
regresado los dos a el encinar en un coche alquilado y Patrocinio ha querido
hacernos participes del éxito en los negocios y nos ha invitado unos días a
Ciudad Rodrigo, con el fin de que conozcamos una de las más bellas
ciudades de Castilla y León, así como su gastronomía. Una vez instalados en el
hotel “La Llave del Campo” en un reservado preparado exclusivamente para
nosotros y fuera de la vista de los demás comensales, nos han servido todo tipo
de pescados y excelentes chuletones, todo ello regado con excelentes vinos
blancos y tintos, destacando un tinto de las bodegas MUGA, que es el vino que
suelen beber las grandes figuras del toreo, este vino ha sido servido en honor
de la famosa banda de “LOS FESTINES”, en base a la gran actuación que a estilo
“FORÇADO” nos brindaron en la captura del cerdo el día de la matanza del cerdo de
Don Kerkus.
Pasados cinco días en el
citado hotel hemos vuelto al encinar y han salido de vacaciones el resto de
trabajadores que quedaron de retén al cuidado del encinar.
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