Capítulo.-38
El enfado de Patrocinio.
En el momento en que me encontraba metiendo la última de las cajas en las que había embalado mis efectos personales para trasladarme a vivir a “el encinar”, salía mi amiga Katía de su casa, la que siempre hemos denominado: La Casa con Tos. No sé a qué habría venido, lo cierto es que la he saludado cortésmente y esta es la respuesta que me dio:
Hoy y debido a que
tengo mucha prisa no tengo nada que hablar contigo, en otro momento me
explicarás qué ha pasado con los habitantes del jardín y que no han vuelto a
aparecer ni tan siquiera por el refugio.
No me dio tiempo a
contestarle pues al mismo tiempo que hablaba se introducía en su coche y por el
derrape que hizo en la salida no creo que estuviera muy contenta.
Ante esto he salido
tranquilamente con mi coche cargado hasta los topes y me he dirigido al
encinar.
A mi llegada a
este, he visto a Don Zacarías con su cámara de fotos retratando un coche
oficial del Ministerio de Sanidad, el cual estaba en cuanto a la limpieza que
presentaba, acorde con la antigua titular del mismo Doña Leire Paguín,
posiblemente la nueva titular Doña Ana Mato haya recortado hasta en el lavado
de los automóviles pertenecientes al Ministerio, hoy y por correo urgente, Don
Zacarías le mandó a la Sra. Ministra una de las tijeras que se emplean
para la motila de las ovejas y que en la nave de herramientas y maquinaria que
en el encinar hay, Don Kerkus, había dejado varias de ellas. De momento
no se necesitan pues Don Zacarías, en su afán de modernizar todo, ha comprado
máquinas eléctricas para sustituirlas y economizar en salarios cuando llegue el
momento de la esquila, allá por el fin de la primavera o principios del verano.
Me he dirigido a él y
andaba gruñón, Patrocinio ya se había enterado de la forma en que consiguió la
URL de la emisora y parece ser que hubo lo que más y lo que menos, le ha
aconsejado que memorice la Constitución y le ha recordado que los mil carteles
que se colgaron en las encinas también son aplicables a él. A mayores le ha
obligado a entregar la clave del sistema Wi-Fi a los porqueros psicólogos para
que ahorren en sus descargas en los teléfonos y de esta forma compensarles, en
la medida de lo posible, la retención que en el IRPF nuestro nuevo presidente
Don Mariano el Corto, corto de miras según los que le conocen, que no de
rapidez, pues buenas prisas se ha dado en subir los impuestos a los de siempre,
a los trabajadores. Otro al que hoy mismo le manda Don Zacarías una
de las tijeras de motilar, con un afilador incluido, a ser posible de su
tierra, gallego, los cuales siempre han gozado de gran prestigio en su
profesión, con el fin de que las tijeras estén siempre en las debidas
condiciones, pero la barba posiblemente es lo que se recortará, pero el sueldo,
seguro que no se los recorta.
Don Zacarías ordenó a
dos de las empleadas del servicio doméstico que se encargaran de colocar mis
enseres personales en el chalet y me rogó que le acompañase a dar un pequeño
paseo y después regresar a los quehaceres cotidianos, durante el mismo, con
gran habilidad me tiró de la lengua y le conté algunas de las conversaciones
que, en los dos meses de largos viajes, había mantenido con Patrocinio, entre
otras –le dije- parece ser que la culpable e instigadora de todo lo
ocurrido en la ruptura con su ex pareja ha sido la hermana de esta, Leire
Ahuído.
No hay nada en la
carpeta –me pregunto- sobre esta “arpía”.
Todo Don Zacarías,
todo está en ella, hasta los mensajes que se intercambiaron por mail, si
no están todos, al menos hay varios., de contenido muy interesante.
Hoy –dijo- no va a ser
posible leer nada, pues Patrocinio después de abroncarme convenientemente,
salió de viaje y hasta mañana no regresa, aparte tienes que pasar la
contabilidad y sería conveniente que realizases un primer balance, no creo que
tardes mucho, pues en el ordenador de tu despacho se ha instalado un programa
de contabilidad de última generación, es ir dándole datos y él solito hace los
asientos correspondientes, de tal forma que lo que tiene que ir al Debe, va al
Debe y lo del Haber otro tanto, va al Haber.
Vamos,
manos a la obra, ¡ah¡ se me olvidaba; el coche del Ministerio
de Sanidad. ¿Qué hace aquí?
Son tres veterinarios
que han venido a instruir adecuadamente a los porqueros psicólogos en la
asistencia a los partos tanto de las cerdas como de las ovejas. Por cierto para
que se vieran adecuadamente los rótulos en la foto con el avatar del Ministerio
he tenido que limpiar adecuadamente una parte alrededor de estos.
Pues
en eso quedamos Don Zacarías, mañana, en presencia de todos y en especial
de Patrocinio, por si tuviera a bien aclararnos algo, comenzamos la lectura de
la “Gran Arpía”, ganas tengo de estrenar la sala de video conferencias, pero
hasta mañana no va a ser posible. De momento examinaré el despacho, espero que
todo vaya en él como la seda.
Sobre lo ordenado por
Patrocinio, ahora le hago entrega de un antiguo ejemplar de la
Constitución, que entre mis pertenencias con gran esmero conservo,
mi libro de cabecera ha sido durante muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario